El principal desafío que se encontró fue la antigüedad y la ampliación descontrolada de las instalaciones que se iban a intervenir por lo que cuando se dio inicio con las actividades encontramos un sin número de circuitos eléctricos sin identificar, sobrecargados o sin la adecuada protección.

Con gran esfuerzo y tras arduas horas de trabajo se logró desenmarañar e identificar cada uno de los circuitos eléctricos de las diferentes instituciones educativas lo que permitió llevar a cabo y a feliz término dentro del plazo y el presupuesto planteado la adecuación y normalización de dichas instalaciones, de acuerdo a la normativa técnica colombiana y al RETIE.